domingo, 9 de marzo de 2008

Ensayo Tema Nº 2 (Parte II) EL PROBLEMA Y EL JUEGO DE PODER (María Alejandra Salazar)

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITECNICA DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO (UNEFA-CIP)
ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA PÚBLICA
CONVENIO: UNEFA-FONTUR




ENSAYO TEMA II (Parte II)
EL PROBLEMA Y EL JUEGO DE PODER



PROFESOR:
Prof. Alexander Blandín
Análisis de Políticas Públicas

PARTICIPANTE:

Maria Alejandra Salazar N. C. I. V- 11.737.547


Caracas, Marzo 2008


Las políticas públicas son una “formulación estratégica”, es decir son un proceso que vincula una serie de estrategias. Dicho proceso comienza por el establecimiento de prioridades, esto se debe fundamentalmente a que el Estado cuenta con un presupuesto restringido, con lo que resulta imposible resolver todos los problemas en forma simultánea. Dado que cada problema cuenta con más de una posible solución, también debe escogerse aquella estrategia que se adapte mejor a las restricciones presupuestarias y que tenga mayor efectividad.

Adicionalmente, es importante que los recursos utilizados (capital, tiempo, mano de obra, etc.) permitan satisfacer las necesidades o solucionar los problemas de la mayor cantidad posible de ciudadanos. De esta forma no sólo se estará actuando de acuerdo a un criterio de efectividad, sino también de un criterio de eficiencia.

Lo anterior forma parte del diseño de la política pública y tiene implícito un análisis costo – beneficio, es decir se evalúan las distintas opciones y se debe escoger aquella que con el menor costo, aporte el mayor beneficio, a los fines de ejecutar, posteriormente, la política, que es la etapa de implementación.

Por lo que ya hemos adelantado, desde el punto de vista del análisis de políticas públicas, la definición del problema que da lugar o desencadena la política es una fase crucial. No podemos confundir el definir un problema con la simple descripción de una situación que no nos gusta y que se desea cambiar. Puede considerarse como un no problema, algo derivado «naturalmente», y que no obliga a la acción de los poderes públicos.

Una política necesita una definición de problema más operativa, que de alguna manera indique el camino a recorrer entre la situación de partida no deseada y una situación que, sin ser la óptima (el no problema), sea claramente mejor que la originaria.

El problema estriba en definir e impulsar políticas y medidas que vayan en el sentido deseado y que congreguen el máximo consenso social posible, ampliando los individuos y grupos sociales conscientes del problema, y reduciendo y restringiendo la capacidad de maniobra y de alianza de los actores que tratan de mantener el statu quo.

Para poder llegar a elaborar el problema primero hay que: 1. Identificar el problema.
2. Identificar las consecuencias del problema.
3. Identificar las posibles causas de ese problema.

Una vez establecida la agenda política, debemos de definir los problemas, no basta el hecho de haberlos identificado sino que es necesario tener mayor conocimiento de ellos. En otras palabras, se tiene que saber cuáles son sus componentes, así como sus probables causas y consecuencias que se derivan de ellos.

Esta etapa es muy importante en el proceso de las políticas públicas, ya que mucho de los fracasos de las mismas, se debe a que no fueron bien definidas desde su inicio.

Las fases que implica la identificación y definición del problema son las siguientes:
1. LA PREVISION:

La idea de que toda política pública tiene una vocación de futuro, de que se hace para dar respuesta a una cuestión actual para que se mejore en el futuro, o simplemente algo que todavía no se presenta y se prevé que en futuro podrá presentarse.


2. ESTABLECIMIENTO DE OBJETIVOS:

Determinar los objetivos para la elaboración de políticas actuales o de futuro representa una de las orientaciones básicas para la configuración de la política. Se trata de establecer características genéricas del futuro deseado en un ámbito determinado. Por supuesto, conseguir estos objetivos deseados va a estar en dependencia de muchos factores que se van a dar a lo largo del desarrollo de la política. Ej. el clima político interno y externo, el aspecto económico, el entorno internacional, entre otros.

3. SELECCIÓN DE LA OPCIÓN:

Esta es la última fase del proceso de elaboración de las políticas públicas, la cual se inicia una vez que se tenga definido los objetivos. Se trata pues de seleccionar la opción concreta. De esta forma, como señala Pallares, “una opción es seleccionada mediante los procedimientos de decisión y, a través de su desarrollo gubernamental, entra en la fase de aplicación práctica: la implementación”.

En estos estudios tradicionales de políticas públicas se echa de menos que aunque se ha estudiado la decisión pública, poco se ha dicho de lo que ella implica para el aprendizaje político (o el aprendizaje de los políticos), que permite a los actores políticos, adecuar su comportamiento y estrategias a las variaciones de su entorno político, conforme asimilan situaciones pasadas. Desde el punto de vista de lo que representa para cada actor, las políticas públicas son un ejercicio de argumentación en el que cada cual expone sus razones para convencer a los demás de que empeñen sus recursos en determinadas decisiones y no en otras.

El gestor de la política sabe con qué recursos cuenta y, por mucho que sepa que existen muchas causas y elementos que confluyen en el caso, acaba por definir el problema desde las limitaciones en las que opera, y desde la conciencia de la capacidad de influencia y presión del resto de actores que rodean el escenario; y ello le puede llevar a una concepción restringida del problema.

En el escenario de las políticas públicas, podríamos afirmar que lo que se acabe haciendo o decidiendo no tiene que considerarse muchas veces como la solución racional u óptima, sino simplemente como la definición de problema que ha resultado triunfante en el debate público entre actores y sus definiciones de problema.

Esta decisión tampoco indica un final del debate, ya que los actores «perdedores» tratarán de evitar que la decisión adoptada oficialmente se ejecute en la práctica, o harán campaña para demostrar que esa opción es errónea y conseguir que se revise. Desde la perspectiva del análisis de políticas no se considera que la lista de problemas que la gente considera más urgentes o que figuran en la agenda de los poderes públicos sean necesariamente los más perentorios o graves. Se considera que cada actor trata de impulsar sus puntos de vista y presiona para que un tema sea objeto de atención (o al contrario, trata de evitar que sea percibido como problema por la población).

Muchas veces se utiliza o se genera lo que se llama en el argot del policy analysis como una «ventana de oportunidad»: se aprovecha que se dan a conocer y tienen publicidad unos hechos que van en la línea deseada y se presentan alternativas que pueden ser positivas para ese actor o conjunto de actores.

Se trata de una asociación de hechos que posibilita la oportunidad; a partir de ellos se plantea una nueva posibilidad para que se adopten decisiones. Y esa oportunidad puede, o no, ser aprovechada por los actores que tratan de impulsar su resolución, mientras que tratará de ser bloqueada por parte de quienes consideran lesivos a sus intereses una modificación de la situación.

En este ámbito de la iniciativa política, también se habla, a menudo, en la bibliografía especializada de las llamadas coaliciones promotoras (advocacy coalitions). Representan la unión de intereses públicos de carácter local, regional, nacional o transnacional en relación con una cierta política. Al margen de que sus intereses sean muy amplios, estas coaliciones tienen que plantear estrategias concretas y objetivos parciales. Buscan el cambio en un aspecto específico. Pueden utilizar múltiples mecanismos de creación de opinión, sea a través de personas ya acreditadas como opinión makers, sea mediante periodistas, campañas públicas, manifestaciones o cualquier otra forma de expresión y sensibilización pública, así como la sensibilización directa a los decisores.

Es evidente que en ese proceso de construcción (o de bloqueo) de políticas es muy significativa la capacidad de presión o lobby que pueden tener ciertos actores, utilizando todo tipo de recursos para conseguir sus fines. Es interesante constatar cómo operan agencias especializadas en procesos que muchas veces, con cierto pudor, se califican de «relaciones públicas», cuando lo que están tratando es presionar de tal manera a los encargados de diseñar las políticas públicas para que decidan a favor de sus intereses.


BIBLIOGRAFÍA

Monaldi, F. (2004). Instituciones Políticas y Políticas Públicas en Venezuela: Un Análisis de Jugadores con Veto. {Tesis en línea}. Consultado el 25 de febrero de 2008 en:
http://www.redeconomia.org.ve/docs/projects/Monaldiucab200412281527aldiucab.doc

Petrizzo, M. (2007). Los estudios contemporáneos de políticas públicas. {Tesis en línea}. Consultado el 25 de febrero de 2008 en:
http://www.faces.ula.ve/~petrizzo/Pagina/articulo.doc

Subirats, J. (2001). El análisis de las políticas públicas. {Tesis en línea}. Consultado el 25 de febrero de 2008 en:
http://guajiros.udea.edu.co/fnsp/Documentos/Docencia/SPE/Poloiticas%20publicas.pdf

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